domingo, 15 de noviembre de 2015

El tiempo del amor en mi reloj.

Que seas la razón de mis mañanas,
y motivo de quemarme
a fuego lento por las noches;
que hagas que los días
se conviertan en segundos,
y los años en días;
quien me traiga entre sus brazos
el calor de un verano
en tardes de películas, abrazos e inviernos.
Que seas quién me cubra del mal tiempo
y de los malos tiempos,
con un paraguas y algún que otro beso
de por medio
cuando este de paso por el otoño;
y que crees hogueras en mis sábanas,
por las noches,
con la Navidad golpeando las ventanas.
Que seas, y sigas siendo,
la razón más bonita,
por la que mi tiempo
siga corriendo en el reloj.