domingo, 5 de noviembre de 2017

No es ego, es amor propio.

Ha pasado y he pausado el tiempo,
unas veces por miedo, y otras cuantas por mí.
Ha pasado ya una primavera, y estamos en pleno otoño,
y yo sigo esperando que sea 31 de diciembre,
para volver a pedir el deseo de tenerte, perdón, de tenerme.
He vuelto a mí, a ser yo, sin necesidad de ser de nadie,
he empezado a buscar compañías y no soportes.
A pensar en mi la primera y también la última,
a brindar por mi, y a rezarme.
Tal vez parezca un poco egocéntrica, pero,
en realidad soy una mujer dándose cuenta,
de que no necesita a nadie para ser,
que es toda suya.