Puerta a la vida,
vía de escape de la rutina,
vehículo de
sueños y tumba de remordimientos.
Tinta colmada de sentimientos,
recuerdos, anhelos,
corazones rotos y primeras veces.
Odisea de arte,
de palabras mudas
que pierden el habla
y otras tantas que irradian vida.
Historias sin acabar,
otras clavadas
y algunas acabadas, que calan.
Compañero de viajes,
de
momentos,
de idas y venidas.
Monumento a las palabras,
aquellas que una vez
escritas,
permanecerán eternamente y en eternas mentes.