viernes, 24 de abril de 2015

;que no hay desastre, que no arregle cualquier sastre.

;hazme señales, dame ideas, explícame, dime como, dime como haces para que parezca que no ha pasado nada, que no hemos tenido nada.
Explícame como puedes, como haces para olvidar lo vivido, para dejar tanto atrás, para cruzarnos y mostrar tal indiferencia, enséñame, pues yo quiero volver a ser, y no tener este puto insomnio de ti, que me mata cada noche.
Intento creerme lo que esta pasando, asimilarlo, de verdad que quiero, pues bien, que a los demás se os clavarán las fechas como flechas, pero es que a mi que fechas, a mi que me quites la mirada, que me la retires, cuando se que ves más de mi de lo que puede ver nadie, a mi eso no se me clava, me mata, lentamente, sí, pero hazme caso mi amor que nada me ha podido doler, ni me puede doler más.
No sé, ¿ que coño esta pasando dentro de ti?¿En qué cojones estas pensando? O más bien, ¿quien eres? Ahora te veo y no sé si eres tú, me cuesta la vida reconocerte, tal vez yo sacase tu lado malo, ese sin tanto orgullo y sabes, a mi ese lado tuyo me encantaba, me encantaban tus rarezas, tú, tus manos, tú de arriba abajo, tus labios, tus ojos, me encantaba estar contigo, tenerte conmigo.
Y que juzguen y digan lo que quieran pero volvería a tropezar contigo todos los días de mi vida, si la puedo llamar así, por que últimamente, esta falta de sentido.
Me repito, y vuelvo a decir que te repetiría, que eras el as de mi baraja, el acento de todas mis agudas, eras mi principio y mi final, y confío, tal vez tontamente, en que llegarás, que volverás a mí; pero date prisa mi vida, no creo que aguante mucho más sin ti, que yo tenía pensado comerme el mundo, contigo, y ya no tengo hambre ni para las desnudas calles de Madrid.
Lo único que me queda tuyo, es poder recordarte, poder pasarme tardes, días, mañanas, y noches, sonriendo como una tonta, recordando como hacías para que sonriera, sin darte cuenta, de que bastaba contigo, idiota.
Ahora solo tengo mi cuarto, más vacío que de costumbre, pues no por falta de cosas, no; pues últimamente no consigo llenar ni una tercera parte de él, y saber que antes, me costaba entrar por la puerta, por culpa de las sonrisas de oreja a oreja que solo tú sabías sacarme, y a parte de a ti, no deseo nada más ahora mismo, que cerrar los ojos, y cuando este decidida a abrirlos de nuevo, pueda ver este desastre algo más bonito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario